Hoy, y con la amenaza pesando sobre las cabezas de toda la orquesta desde hace un par de meses, íbamos a tocar en Murciaquéhermosaeres, por San Juan. Mi orquesta es de Casiasturias. Desde Casiasturias a Murcia hay del orden de unos tropecientos millones de kilómetros, que íbamos a hacer del tirón, ida y vuelta, sin parar a dormir ni ná de ná. Esto implica quedar en Tordesillas, punto neurálgico de la Castilla de arriba en cuanto a autovías se refiere, a eso de las once de la mañana, para posteriormente pegarnos un viaje de unas nueve horas, llegar allí como a las ocho de la tarde para empezar a tocar con un horario de doce de la noche-lo que haga falta, y después desmontar y pegarnos otro viaje de otras nueve horas y, desde Tordesillas, irse cada uno a su casa. En mi caso, a unos noventa y tantos kilómetros. Yo le había echado aproximadamente unas treinta y cinco horas de jornada laboral, en el mejor de los casos. Y no, no tenemos chófer ni tampoco nos pagan las dietas. Para luego cotizar como quince euros, claro. En fin... Viva el convenio.
La cosa es que, cuando yo ya estaba casi de camino a Tordesillas, me da por mirar el otro móvil. Sí, tengo dos. Y ése no lo he estado mirando mucho por la sencilla razón de que este mes no he pagado a los señores de naranja y me han cortado la línea. Y me encuentro un mensaje de mi jefe que dice (cito textualmente):
"Se callo la fecha de murcia.confirma que as leido el sms con una perdida."
El mensajito de marras es de las 12:01 de ayer. Obviamente, yo, que lo acabo de leer, no he confirmado nada. Pues tampoco me han llamado, para asegurarse de que me había llegado la información. O para asegurarse de que no. Ni aunque sea para ver si tengo el móvil encendido, que a menudo los pierdo por el coche y los encuentro a los quince días. O me lo podían haber robado. O haber estado en una zona sin cobertura, como es casi toda mi casa. O viniendo de Punta Cana en avión. Nada. Y eso que, para variar, por si pasaba algo raro de ésta índole, tenía ambos móviles con sonido. Me pillaron en el médico.
Por lo menos un correo electrónico como refuerzo informativo, porque yo el móvil lo miro poco, pero el correo, el tuenti, el facebook y el twitter los chequeo de una forma bastante regular. Y lo saben, que lo he dicho. Mi portátil trabaja como los paquetes de Fortuna 25, veinticinco horas al día.
Así que yo ahora no sé si irme a mi pueblo de mis amores a celebrarlo, si es que mis amigos de allí no están de exámenes, quedarme en casa haciendo vida de sofá y portátil, que está visto que es una cosa que me llena por completo y me relaja mogollón, o llamar a mi jefe y cagarme en todo lo cagable, que es mucho y lo que más me apetece ahora mismo.
Edición de última hora: He llamado a mi jefe. Por supuesto, no me he cagado en nada. Y lo cojonudo es que me ha dicho que sabe que yo no suelo mirar el móvil y que, por si acaso, ha comprobado SU correo (WTF!?) tres veces durante el día de ayer. Gracias, muy útil...
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8 comentarios:
Tu jefe no parece un crack de la ortografía ¿no? XDDDD
Es más... No creo que lo sea. Y mi intuición me dice que de la lógica tampoco XD
Estimada Heavy,
No sé, pero algo me dice que a usted su jefe de usted como que le da un poco de pereza. Llámelo intuición rocketiana si quiere.
Y la verdad es que no me lo explico, porque es un señor muy atento que tiene el detalle de enviarle a su móvil de usted un mensaje advirtiéndole de la cancelación del evento "el blus del autobús"... ¿qué más quiere usted?
Un santo varón es ese hombre, un empersario comprometido con sus empleados, un ejemplo en la gestión de personas, un magnánimo y comprensivo tutor. ¿Sabes usted si ha sido ya propuesto para el Nobel de la Paz?
Se lo merece.
Saludos,
Rocket
P.D.1
¿CasiAsturias?, ¿cómo que CasiAsturias?... me lo explique, porfiplease.
P.D.2
"confirma que as leido el sms con una perdida"
¡¡Pero que cutre el tío!!, jajajajajajajajjajajajajajajaja
P.D.3
¿Cuántos son ustedes en la orquesta?, porque si hay sección de viento...
Tu jefe es jefe por el principio de Peter, infalible.
Qué pechá kilómetros, tía! Ánimo!
Estimado señor Rocket; ¡Que alegría verle por aquí! Ya se le echaba de menos.
Es curioso lo del Nobel de la Paz, porque mi jefe se caracteriza por una cara de buena persona que hace que incluso por teléfono sea imposible echarle culpas de nada.
CasiAsturias, por salvaguardar el anonimato de la empresa entre cuyos empleados me incluyo, no sea que el año que viene tenga que vender kleenex en un semáforo, como resulta de desahogar mis penurias laborales vía Internet.
Además de cutre, el sistema no fue muy útil, porque mi jefe es de naturaleza algo dispersa, y en cuanto recibió tres o cuatro "perdidas" dejó de pasar lista.
No somos muchos, es de las que se consideran como grupo, precisamente por no llevar sección de viento; sólo somos ocho.
Muchas gracias por la visita, a seguir bien.
Barbijaputa; Bienvenida!! Gracias por los ánimos, creo que esta temporada me van a hacer falta, jejeje. ¿El principio de Peter?
Ya veo, albergaba esperanzas de que fuera usted saxofonista en una orquesta de 30 personas, al estilo años 50. Hay que reconocer que aquello tenía glamour...
No obstante lo anterior, me parece fatal que maltraten a la cantante estrella con viajes de ese porte.
Exija usted avión, asistente personal, basbitúricos con whiskey en cada desayuno, 15 días de baja por depresión "dívica" al año, camisetas extra-grandes para los traslados, perrito de pequeño tamaño, mala leche y nombre ridículo y, por último pero no menos importante, estilista personal que la mantenga a usted como a un princesita desde la última uña del pie derecho hasta el último mechón azul de la cabeza.
De no ser satisfechas sus demandas, puede amenazar con abandonar la formación y pasar a formar parte de la plantilla de un nuevo grupo en CasiLeón...
Y olvídese de los kleenex en los samáforos, el Metro es el futuro (cuando no está en huelga, se entiende).
Saludos,
Rocket
¡Ay, Rocket, qué más me gustaría a mí que ser saxofonista en una Big Band como las de antes! Pero, de momento, mis dotes saxofonísticas no me permiten tan altas aspiraciones.
Y yo, más que cantante estrella, soy cantante estrellada, y así me va...
En la verbena, a lo más que puedo aspirar es un asiento privado en la furgoneta, desayunar algo de vez en cuando, no ponerme enferma porque la baja no existe, algún cerdo que otro y un espejillo con una poquita luz en donde poder pintarme y peinarme malamente. La camiseta gigante la tengo, esa roja que ya comenté en otro post, mala leche, pues de vez en cuando aunque, para mis adentros sobretodo. Del nombre ridículo ya se encargó mi padre el día que me inscribió en el Registro Civil. Yo le he añadido un apellido, eso sí, para rematar la faena.
En Casileón, ¿por la parte de arriba o la de abajo?
Bufff... Para trabajar en el Metro tendría que mudarme a alguna ciudad donde lo hubiera. Eso sí, por aquí podría plantearme también la noble profesión de "gorrilla", que tan en boga está últimamente.
Jajaja, el nombre ridículo y la mala leche eran aplicables al perrito de pequeño tamaño, no a usted, es que yo el día de los puntos y comas andaba haciendo algo diferente. No se me ocurriría decirle a una estrella en ciernes como usted semejante bordería... ¡y más siendo un ser superior!
¡Big Bands!, ¡ese era el nombre!
Lo de "algún cerdo que otro" no lo he cogido, pero algo me dice que mejor no insistir por ese lado.
Camiseta grande, sí, pero no la roja, otras que sean de algún diseñador que yo desconozca, neoyorkino o de Hong Kong, y que las féminas de clase business palidezcan de envidia al vérsela puesta. ¡No me fastidie mis ilusiones, repánpanos!
Y del metro (gorrilla para los efectos) salió Javier Álvarez, un gran artista para mi humilde y desinformado entender.
Algún día le contaré lo que me llegó a gustar la voz de una chica, en una plaza muy concurrida, de un pueblo muy poco famoso pero muy notorio de los USA donde viví una temporada. Tenía una voz country moderna que...
CasiLeón, pues no sé... ¿del otro lado que CasiAstuias?
Keep trying baby, el infierno es de los que se rinden...
Saludos,
Rocket
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